miércoles, 15 de abril de 2015

23

Hazme caso si te digo
que las calles se reducen
cuando desligas tus talones
de esta ciudad
Tú que tu pelo dejas
a las puertas de la tarde
como si el viento pudiera tocarte
aún dejándote escapar
Que tu nombre lleva clavado
desde entonces en cada punta
de las horas, como una luna
descolgada y palpitante
que me besa en el cuello
Dejaste esa marca
avisando a mis sueños
de tu juego,
como quien conjuga
los tiempos simples
del horizonte

y yo te canto
y yo te labio
y yo te vuelo

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